10 cosas que igual no sabías sobre las motos eléctricas

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Las motos eléctricas son cada vez más habituales en las carreteras. Esto no es de extrañar, sobre todo, si tenemos en cuenta todas las ventajas que ofrecen a los conductores.

Pero ¿sabías que están rodeadas de una gran variedad de datos curiosos? Aquí vamos a contarte los 10 que consideramos más interesantes sobre las motos eléctricas. Presta atención.

1. Un invento más antiguo de lo que crees

La popularización de las motos eléctricas vino dada por el alza en los precios de los combustibles fósiles y por la creciente preocupación por el medioambiente. Sin embargo, su origen no se remonta a los últimos 10 o 20 años, ni mucho menos. Las primeras patentes relacionadas con este tipo de vehículos se remontan a ¡1869!

En concreto, Louis-Guillaume Perreaux fue el primer inventor en registrar una patente de moto eléctrica. Se trataba de una bicicleta tradicional de la época equipada con un pequeño propulsor. Sin embargo, se considera que su creador fue Joseph Marie, que diseñó el primer velocípedo magnetoeléctrico.

Eso sí, no todo el mundo está de acuerdo con esta afirmación. ¿El motivo? Durante aquellos años, las patentes de motos eléctricas abundaron. Lo que pasa es que muchas de ellas no indicaban exactamente qué tipo de motor usaban, mientras que la de Joseph Marie sí.

2. La cifra de ventas no para de crecer

Según ANESDOR (Asociación Nacional de Empresas de Vehículos de Dos Ruedas), en 2021 se vendieron en España casi 12 000 motos eléctricas, de las cuales unas 6600 eran motocicletas. Sin embargo, aunque aún no existen cifras oficiales para el conjunto de 2022, se prevé que serán mucho mejores.

Esto se debe, fundamentalmente, a que a lo largo de todo el año pasado las cifras de venta fueron creciendo entre un 5 % y un 8 % respecto a 2021. Actualmente, este tipo de vehículos suponen un 2 % del total en circulación, pero se espera que antes de que llegue 2030 superarán el 20%.

3. También evitan la contaminación acústica

Las motos eléctricas no solo ayudan a preservar el medioambiente, ya que no generan gases de efecto invernadero. Además, su nivel de emisión de ruidos es cero. Esto ayuda a paliar un problema muy habitual en los barrios residenciales de las ciudades, como es el caso de la contaminación acústica que tanto afecta al descanso de los vecinos.

Eso sí, este carácter silencioso tiene un problema secundario que debemos considerar. Hablamos, en concreto, de que los peatones distraídos tienen más dificultad para detectar su presencia al cruzar.

4. Los seguros de las motos eléctricas son especiales

Las motos eléctricas cumplen la misma función que las motos de gasolina, es decir, llevar al usuario de un lugar a otro. Sin embargo, en términos mecánicos, se parecen “lo que un huevo a una castaña”, como dice el refrán. Esto se traduce en que sus pólizas de seguro sean muy diferentes.

Por ejemplo, dichas pólizas aseguran por lo general las baterías, ya que son junto al motor los elementos de mayor valor de las motos eléctricas.

5. China es el principal mercado a nivel mundial

Estamos acostumbrados a que, al oír hablar de China, nos lleguen informaciones relacionadas con sus altos niveles de contaminación. Esta es la razón por la que sorprende que, actualmente, sea el primer mercado a nivel mundial en lo que respecta a motos eléctricas.

Por ejemplo, en 2016, cuando en el resto del mundo este tipo de vehículos tenían una incidencia mínima, en China ya se comercializaban unas 30 millones de unidades al año. Pero ¿cuál es la razón? Muy sencillo: no hay regulación.

Esto hizo que los compradores de motos eléctricas no tuviesen que matricularlas ni contratar ningún tipo de seguro. Es decir, tenían una consideración similar a las bicicletas o los patinetes eléctricos.

6. Las motos eléctricas tienen potencial para ir muy rápido

Otro mito que suele ir asociado a las motos eléctricas es el de que no son capaces de alcanzar velocidades excesivamente altas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. En el mercado es posible encontrar con facilidad modelos que superan los 120 km/h y que permiten circular por autovía con total comodidad.

Prueba de todo esto es el récord de velocidad en moto eléctrica. Este se encuentra situado en los 452,8 km/h. Como es obvio, se consiguió en un circuito de los Estados Unidos. En términos de autonomía, ya hay modelos que superan los 350 kilómetros.

7. Una mecánica muy simple

Antes dijimos que la mecánica de una moto eléctrica y de una moto de combustión interna no se parecían en nada. En este sentido, al contrario de lo que cabría imaginar por tener menos recorrido en el mercado, la primera ofrece muchas ventajas sobre la segunda.

Ten en cuenta que una moto eléctrica, al contrario que una de gasolina, no necesita aceite ya que los componentes de su motor no generan fricción. Lo mismo sucede en cuanto a la correa de distribución. Pero, además, en la mayoría de los casos, tampoco requieren un sistema de transmisión por cadena, ya que el propulsor se ubica en la rueda trasera.

8. Las motos eléctricas casi conquistan la luna

Todos tenemos en la mente las imágenes de los primeros astronautas que llegaron a la luna. Sin embargo, lo que muchos no saben es que la NASA diseñó una moto eléctrica con el propósito de explorar la superficie del satélite más fácilmente.

Sin embargo, mantener el equilibrio sobre un vehículo de dos ruedas con unas condiciones especiales de gravedad podía ser complicado. Así que, finalmente, esta moto se quedó en un simple prototipo. La NASA acabó apostando por un vehículo de 4 ruedas para realizar el trabajo.

9. Las baterías tienen muchas vidas

Aquellos que siguen manifestándose en contra de la movilidad eléctrica suelen decir que, aunque contamine menos en términos de emisiones, estas se compensan cuando llega el momento de desechar las baterías. Sin embargo, están equivocados.

Actualmente, las baterías de litio, cuando son llevadas a puntos de reciclaje por haber finalizado su vida útil en el vehículo, pueden restaurarse mediante diversos procesos. Esto permite salvar gran parte de sus celdas con el propósito de usarlas en nuevas baterías para aparatos con menores requisitos energéticos.

10. Hasta 20 veces menos consumo

Vamos a terminar con el dato que ha empujado a millones de conductores en todo el mundo a apostar por la moto eléctrica. Hablamos, cómo no, del consumo. Eligiendo la tarifa más adecuada para cargar la batería, el coste de recorrer 100 kilómetros con un vehículo de este tipo ronda los 0,50 € (depende del modelo).

En cambio, teniendo en cuenta el precio actual de la gasolina, recorrer la misma distancia con una moto de combustión interna puede irse con facilidad hasta los 8 €. Una diferencia muy notable que permite amortizar la inversión de compra muy rápido.

En definitiva, hay muchas curiosidades en torno a las motos eléctricas que, generalmente, hablan muy bien de ellas. Como hemos podido ver aquí, se trata de una tecnología mucho más fiable y contrastada de lo que la mayoría de conductores cree y que está destinada a cambiar la forma en la que nos movemos de un sitio a otro. Y tú ¿estás decidido ya a dejar atrás los combustibles fósiles y cuidar más el medioambiente sin renunciar a la movilidad?